contaminada por motivos divergentes ni por conflictos entre el pensamiento y la palabra” (Du Plessis, 94–99). La “perfección” -es decir, el carácter maduro de una rectitud firme- es la virtud del varón justo. A la comunidad Qumrán, un círculo judío contemporáneo de Santiago, también le agradaba este término. En un solo rollo (1QS) aparece la palabra ṯāmı̂m alrededor de 18 veces. El grupo consideraba que ellos eran los “perfectos de camino” (1QS 4:22; 1QM 14:7: 1QH 1:36), los que caminaban a imitatio
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